Evangelio según San Lucas 6,12-19

martes, 12 de septiembre de
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Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: 
Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. 

 

Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos. 

 

Palabra de Dios

 


 

P. Raúl Gómez sacerdote de la Arquidiócesis de Mendoza

 

Nos encontramos en torno a la palabra del Señor en este día nuevamente, su palabra sale a nuestro encuentro en el Evangelio de San Lucas, relata claramente como Jesús necesita retirarse a solas para orar, encontrarse con el Padre, escuchar y tener ese momento de intimidad… y también para recordar la misión y voluntad que el Padre le ha confiado.

 
Jesús pasa un buen rato en oración, para nosotros Él es el maestro, por lo tanto estamos llamados a imitarlo, buscar los momentos de oración y encuentros con el Señor.
 
 
Va a decirle Jesús a los discípulos en otro pasaje bíblico “Cuando tú vayas a orar retírate a tu habitación, cierra la puerta y Ora a tu Padre que está en lo secreto, y Él te recompensará”.
Somos conscientes que vivimos una realidad bastante agitada, pero necesitamos detenernos a solas con el Señor para escuchar su voz, para poder comprender y recordar la misión que Él nos ha confiado.
 
 
En este evangelio Jesús llama a los discípulos y los llama por su nombre, como nos ha llamado a cada uno de nosotros, luego Jesús baja a la llanura y la muchedumbre que lo sigue y busca porque quieren encontrar en Jesús la salvación, curación del alma y el espíritu…muchos lo escuchan con atención y Jesús comienza a tocar a esa multitud que tiene sed de Dios y comienza a sanar sus enfermedades… termina este Evangelio con unas palabras que para nosotros tiene que ser motivo de esperanza, toda la gente quería tocarlo porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos y es real, ¡ESA ES UNA CERTEZA DE FÉ, SABEMOS QUE PARA EL SEÑOR NADA ES IMPOSIBLE, TODO LO QUE ES IMPOSIBLE PARA NOSOTROS NO LO ES PARA EL SEÑOR, ÉL TIENE UNA FUERZA SANADORA Y TRANSFORMADORA QUE NOS LIBERA Y NOS DEVUELVE LA ALEGRÍA, NOS LLENA DE PAZ Y AMOR!
 
 
Pidamos al Señor en este día, que nos ayude a poder tener un momento sagrado y de encuentro personal con Él y poder fortalecernos, anunciar y llevar su reino allí donde Él nos envíe. Que tengan una bendecida semana y el Señor sea luz y camino en su vida.      

 

Oleada Joven