El Cirio que se enciende con el fuego nuevo,
en la Vigilia Pascual, y las velas, con las que cada uno participa de su luz,
simbolizan la profunda luz que Cristo nos comunica.
«Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas,
sino que tendrá la luz de la Vida» (Jn 8,1).
¡Esta es la luz de Cristo, yo la haré brillar!
Porque en ti está la fuente de la vida; en tu luz vemos la luz.Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz.porque en ti está la fuente de la vida y en tu luz podemos ver la luz.Porque en Ti está la fuente de la vida; En Tu luz vemos la luz.Porque tú eres la fuente de la vida; nuestra luz viene de tu luz.Pues tú eres la fuente de vida, la luz con la que vemos.Porque en ti está la fuente de la vida y en tu luz podemos ver la luz.Porque en ti está la fuente de la vida, y en tu luz podemos ver la luz.Tú eres fuente de vida y vemos la luz porque tú nos iluminas.Con los manjares de tu casa se sacian, con el río de tus delicias apagas su sed.Con los manjares de tu casa se sacian, con el río de tus delicias apagas su sed.Ciertamente contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz.En ti se halla el manantial de la vida, y por tu luz podemos ver la luz.Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz.Porque de ti brota el manantial de la vida; En tu luz vemos la luz.porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz.Porque contigo está el manantial de la vida: En tu luz veremos la luz.Porque contigo está el manantial de la vida: En tu luz veremos la luz.Sólo en ti se encuentra la fuente de la vida, y sólo en tu presencia podemos ver la luz