Diferentes comunidades de nuestro país y del mundo cuentan con el regalo de Capillas de adoración permanente que transforman la vida de los pueblos.
En un diálogo a través de Radio María, el Padre Patricio Hileman, el encargado de la fundación de Capillas de Adoración Permanente en toda Latinoamérica, contó sobre las capillas de adoración perpetua y lo que ha despertado en distintos pueblos y ciudades Latinoamericanas. “El secreto es que somos misioneros de nuestra Señora, no somos nosotros, es María quien lleva adelante esta obra” comentó.
Contó que en Ciudad Juárez, por ejemplo, de las ciudades más peligrosas del mundo con un promedio de 40 muertos al día, el cura párroco lo llamó: “Desde que se fundó la capilla no ha habido ningún muerto en Ciudad Juárez. Hace 2 meses que no muere nadie”. “El obispo nos llamó y nos pidió que nos quedáramos a vivir allí. Hicimos 10 capillitas. En ese entonces se estaba por cerrar el seminario porque sólo había 8 seminaristas y ahora son 88. El obispo me comentó que todos esos nuevos seminaristas habían participado en las Horas Santas”.
“Los milagros más grandes ocurren en la madrugada” contó.
El Padre Patricio Hileman contó de dónde surge su misión y cómo fue que tras conversar con su obispo de lo que venía sintiendo, logró que en la visita que los obispos hacen a Roma le pudieran acercar al Papa Juan Pablo II la moción de su corazón: “Al fin llegó el obispo que la Madre me había prometido” dijo el Papa Juan Pablo II cuando su obispo, Mons Cardenlli, le contó sobre la idea de la fundación de esta congregación. “Quiero que hagan mil capillas en Latinoamérica” le encomendó el Papa en medio de lagrimas. “Y allí volvió mi obispo, me contó y me lo encomendó” cuenta el sacerdote que junto a sus hermanos y laicos ya levantaron más de mil capillas en Latinoamérica y continúan haciéndolo.
El Padre Patricio Hileman fue monje Benedictino, luego ermitaño Eucarístico, vivió en la montaña solo adorando al Santísimo, hasta que Dios le reveló una misión. Conoció la primer Capilla de Adoración Permanente en Argentina. Contó con la bendición especial del entonces Cardenal Bergoglio, hoy Papa Francisco.
¿Cuál ha sido tu experiencia de encuentro con Jesús en el Santísimo?