No existe una sola manera de vivir las vacaciones y hay una en particular que responde la siguiente ecuación:
vacaciones + servicio = Misión
Es la opción que eligió Antonella de Goya Corrientes, y allá partió junto al Grupo Misionero Galilea.
Anto cuenta que fue casi sin ganas y con muchas dudas, digamos que la tentación quería alejarla de ésta imperdible experiencia.
“Cuando iba a las casas, la gente se ponía muy contenta de vernos, no por vernos a nosotros sino por quien llevabamos”, contó Antonella quien agregó que “de ellos aprendimos muchísimo, de que la fe es lo último que se pierde”.
“Nos dejaron una gran lección: Uno va a misionar y vuelve misionado”, concluyó la misionera.
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