Audrey padecía cáncer en el estómago y esófago. Era madre soltera y no tenía más familia en el mundo que no fuesen sus hijos, durante las últimas semanas pasaba más tiempo en el hospital. Ella no quería que sus hijos vivieran de cerca este proceso tan duro y difícil que le tocaba a travesar. Fue por eso, que aún sin conocerlos, se atrevió a pedirle a sus vecinos, el gran favor de cuidar a sus hijos por las tardes mientras ella asistía al hospital.
Con Tisha, vecina de Audrey, apenas se conocían pero ésta no dudó en aceptar la petición de Audrey. Aun sabiendo que sería una gran tarea pues su familia estaba conformada de cinco hijos y la casa no era muy grande, pero decidió ponerse en sus zapatos.
Audrey recibió la peor noticia: su cáncer no tenía cura y no le quedaba mucho tiempo de vida. La más grande de todas sus preocupaciones a partir de ese momento eran sus hijos y lo que pasaría con ellos cuando ella no estuviera más. Fue así que tomó una decisión que cambiaría para siempre la vida de sus hijos.
Sin tener a quien recurrir excepto a sus vecinos, Audrey decidió hablar con Tisha y su esposo Kevin, les pidió que pora favor reciban en custodia a sus hijos que de otra manera terminaran separados en un orfanato. Ellos aceptaron.
No podía ser de otra manera; Tisha había crecido en un orfanato y sabía lo triste que era no tener una familia, así que decidió que su historia no se repetiría con esos pequeños. Luego de dicha decisión, a las pocas semanas Audrey falleció y la familia de Tisha y Kevin aumentó a 10 miembros.
La historia se volvió famosa luego de que un equipo de televisión se enterara de tan generosa acción por parte del matrimonio, así que a manera de recompensa, les hizo el gran obsequio de hacerse cargo de las modificaciones necesarias para que todos los pequeños tuvieran su propio espacio en casa. La familia no podía ocultar su emoción y agradecimiento.
Además les hicieron un gran donativo destinado a comida y un auto para toda la familia para poder transportar con más facilidad a los chicos al colegio.