Iñaki, un nene de 10 años, participante del programa televisivo MasterChef Junior, conquistó el corazón de los televidentes consiguiendo llegar a la final del reality gracias a su pasión por la cocina.
Dos años después, a sus 12 años en Telenoche dieron a concoer su trabajo solidario en la Fundación Sí. Allí cocina, colaborar con los quehaceres de la ONG y sobre todo, está a disposición de la gente que vive en la calle.
“Generalmente me voy a la mañana, me tomo el colectivo, llego a la fundación, entro y lo que haya que hacer ahí lo hago. Por ahí un día te toca cocinar pizzas y otro seleccionar medias, puede ser cualquier cosa pero siempre va a ser para ayudar y para hacer algo para el otro”, contó Iñaki al noticiero de eltrece. “En época de clases voy una, pero en vacaciones voy todos los días prácticamente. Todo es amor, todo es solidaridad y estamos ahí para ayudar al otro”, aseguró el chico que quedó en el tercer puesto del reality show.
“El propósito no es entregar comida. El propósito es entregar compañía, tu tiempo y pensar que a esa persona le pasaron miles y miles de personas por delante y 5 le dijeron ‘hola’”.
A Iñaki le encanta cantar y tocar el ukelele, instrumento que lo acompaña en las recorridas nocturnas de la fundación donde lleva a las calles mucho más que alimentos. “El propósito no es entregar comida. Se entrega un chocolate o una galletita para crear un vínculo y poder empezar a charlar y que te tenga confianza. El propósito es entregar compañía, tu tiempo y pensar que a esa persona le pasaron miles y miles de personas por delante y 5 le dijeron ‘hola’”, afirmó.
Manuel Lozano, director de Fundación Sí, reflejó como Iñaki “la tiene claísima”: “Un día nos sorprendió a todos. Él estaba haciendo una zona, que no es la que hace comúnmente, estaban charlando con unas personas que comúnmente visitamos y apareció una vecina muy enojada porque los chicos estaban ayudando a una persona. Estaba a los gritos, muy violenta y en un momento les dijo ‘¿ustedes creen que le van a cambiar la vida a este señor?’, ‘no sé para qué vienen’. Iñaki la miró y le dijo ‘nosotros no venimos a cambiarle la vida, nosotros venimos a acompañarlo y si desde ahí se puede hacer algo, genial’”.
Fuente: Ciudad.com