Gusti Fernandez es argentino, tiene 23 años y el pasado 10 de Julio se convirtió en el número uno del mundo en tenis adaptado, primero en alcanzar ese puesto en la historia de este deporte en nuestro país. Cuando tenía un año y medio, sufrió un infarto medular a causa de una caída jugando. Gracias a la rehabilitación, logró que su parálisis sólo fuera hasta la altura de la cintura. Su fuerza de voluntad le permitió perseguir su sueño de ser deportista.
Probó el básquet y la natación, pero la historia de Gusti iría por otro lado. A los seis años se encontró con el tenis y a los doce disputó su primer torneo, con la mochila cargada de sueños de ser el mejor en su deporte. ¡Y lo logró! “Llegar a número 1 del mundo no se llega solo. Por eso quiero agradecerle a mi familia, que desde el primer momento confió ciegamente en ese niño hiperactivo e hincha pelotas, y movió cielo y tierra para que pudiese intentar cumplir su sueño de ser profesional”, dijo y agregó que sin su equipo de trabajo y entrenador no podría haber logrado explotar todas sus capacidades y llegar a lo máximo de su desempeño profesional.
Además declaró que no cree ser sólo un ejemplo de superación: “Creo que soy un ejemplo de deportista profesional. Mi familia me hizo ver que yo tenía que encontrar mis propios límites, nunca me dijeron ‘esto no lo podés hacer’. Por más que seas discapacitado podés tener la vida que quieras: ser estudiante, artista, tenista, tener novia o salir con amigos.