“A vos y al convento los tengo cercanos a mi corazón, como también a las personas con las que trabajan. Se lo podés decir”, le escribió por mail el Papa Francisco a Mónica Astorga, la hermana del monasterio de Carmelitas Descalzas de Centenario, quien lleva 11 años ayudando a las personas transexuales a abandonar la prostitución y las adicciones.
Su labor pastoral se convirtió en un literal salir a las periferias al encuentro de quienes sufren por la exclusión y la discriminación. El Papa, quien está al tanto de la labor que viene realizando la religiosa, le escribió por mail desde el Vaticano al conocer el proyecto de construcción de 15 viviendas para mujeres trans en el barrio Confluencia de la ciudad de Neuquén, como también la apertura de un hogar de ancianos que se convertirá en lugar de servicio de las mismas personas a quienes ella acompaña. No es la primera vez que la Hna Mónica recibe saludos y ánimo del Papa Francisco. Anteriormente, Francisco le escribió: “En la época de Jesús, los leprosos eran rechazados así. Ellas son los leprosos de la actualidad. No dejes el trabajo de frontera que te tocó”, en relación con las mujeres trans a las que la religiosa ayuda para que puedan salir de la marginación en la que viven.