Tuya soy, para vos nací

viernes, 17 de marzo de
image_pdfimage_print

Tuya soy, para Vos nací,
¿qué mandas hacer de mí?

Soberana Majestad,
eterna sabiduría,
bondad buena al alma mía;
Dios alteza, un ser, bondad,
la gran vileza mira
que hoy te canta mi amor así:
¿qué mandas hacer de mí?

tuya soy, pues me criaste,
tuya, pues me redimiste,
tuya, pues me sufriste,
tuya pues me llamaste,
tuya porque me esperaste,
tuya, pues no me perdí:
¿qué mandas hacer de mí?

¿Qué mandas, pues, buen Señor,
que haga tan vil criado?
¿Cuál oficio le has dado
a este esclavo pecador?
Mírame aquí, mi dulce Amor,
amor dulce, mírame aquí:
¿qué mandas hacer de mí?

Mira aquí mi corazón,
yo lo pongo en tu palma,
mi cuerpo, mi vida y alma,
mis entrañas y afición;
dulce Esposo y redención,
pues tuya me ofrecí:
¿qué mandas hacer de mí?

Dame muerte, dame vida:
dame salud o enfermedad,
honra o deshonra,
dame guerra o paz crecida,
flaqueza o fuerza cumplida,
que a todo digo que sí:
¿qué mandas hacer de mí?

Dame riqueza o pobreza,
dame consuelo o desconsuelo,
dame alegría o tristeza,
dame infierno o dame cielo,
vida dulce, sol sin velo,
pues del todo me rendí:
¿qué mandas hacer de mí?

Si quieres dame oración,
si no, dame sequedad,
si abundancia y devoción,
y si no esterilidad.
Soberana Majestad,
sólo hallo paz aquí:
¿qué mandas hacer de mi?

Dame, pues, sabiduría,
o por amor, ignorancia;
dame años de abundancia,
o de hambre y carestía;
dame tiniebla o claro día,
revuélveme aquí o allí:
¿qué mandas hacer de mí?

Si quieres que esté holgando,
quiero por amor holgar.
Si me mandas a trabajar,
morir quiero trabajando.
Dime, ¿dónde, cómo y cuándo?
Dime, dulce Amor, dime:
¿qué mandas hacer de mí?

Dame Calvario o Tabor,
desierto o tierra abundosa;
sea Job en el dolor,
o Juan que al pecho reposa;
sea viña fructuosa
o estéril, si cumple así:
¿qué mandas hacer de mí?

Sea José puesto en cadenas,
o de Egipto adelantado,
o David sufriendo penas,
o ya David encumbrado;
sea Jonás anegado,
o libertado de allí:
¿qué mandas hacer de mí?

Esté callando o hablando,
haga fruto o no lo haga,
muéstreme la ley mi llaga,
goce de Evangelio blando;
esté penando o gozando,
sólo vos en mí vivis:
¿qué mandas hacer de mí?

Tuya soy, para vos nací,
¿qué mandas hacer de mi?

 

SANTA TERESA DE JESÚS

 

Noelia Viltri