Jesús dijo a los judíos: “Les aseguro que el que es fiel a mi palabra, no morirá jamás”.
Los judíos le dijeron: “Ahora sí estamos seguros de que estás endemoniado. Abraham murió, los profetas también, y tú dices: ‘El que es fiel a mi palabra, no morirá jamás’.
¿Acaso eres más grande que nuestro padre Abraham, el cual murió? Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?”.
Jesús respondió: “Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. Es mi Padre el que me glorifica, el mismo al que ustedes llaman ‘nuestro Dios’, y al que, sin embargo, no conocen. Yo lo conozco y si dijera: ‘No lo conozco’, sería, como ustedes, un mentiroso. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra. Abraham, el padre de ustedes, se estremeció de gozo, esperando ver mi Día: lo vio y se llenó de alegría”.
Los judíos le dijeron: “Todavía no tienes cincuenta años ¿y has visto a Abraham?”.
Jesús respondió: “Les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy”.
Entonces tomaron piedras para apedrearlo, pero Jesús se escondió y salió del Templo.
El Señor en el Evangelio de hoy sigue manteniendo el diálogo con los judíos. Algunos le creen, otros sin embargo se cierran, se escandalizan y rechazan a Jesús. Lo que vemos de seguro es que la Palabra de Jesús no pasa desapercibida, sus Palabras movilizan. Las Palabras de Jesús llegan al interior y nos mueve desde lo más profundo.
Por eso en este día sería bueno que nos centremos en las Palabras de Jesús, en la Palabra de Dios. ¿Qué genera en vos la Palabra de Dios? ¿Alguna vez te sentiste movilizado por ella?. Alguna vez en tu vida, cuando necesitabas respuestas a tus dudas o incertidumbres ¿Dios te sorprendió con su Palabra? ¿En un retiro, en una Misa, cuando abriste la Biblia alguna vez?
Seguramente en algún momento escuchando la Palabra de Dios habrás dicho “Esto es para mí” y te emocionaste por la Palabra de Dios te ilumino y te dio paz, Consuelo, fortaleza y felicidad. Que lindo que son esos momentos, y sería más lindos atesorarlos y no olvidarnos nunca de esas bendiciones que Dios se presentó con su Palabra cuando más lo necesitábamos.
Jesús nos dice hoy “El que permanece fiel a mis palabras no morirá jamás”. Y es verdad, quien hace la Palabra de Dios algo muy importante de su vida no muere jamás, vive siempre.
Hablando de las Palabras de Jesús, de la Palabra de Dios ¿Tenes algún versículo, frase o parábola favorita? ¿Esa Palabra de Dios que te ilumino y te lleno de vida? ¡Compartila!
Pidamos al Señor en este día escucharlo siempre en sus Palabras para no morir nunca y vivir siempre.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar