*En enero del año pasado me encontraba misionando en Nogoyá, en el pueblito de 20 de Septiembre. Ese día había sido común como cualquier otro. A la noche decidí confesarme, y mientras estaba con el sacerdote, me empecé a marear, me empezaron a dar puntadas muy fuertes en la cabeza que llegaron al punto de desmayarme y quedar inconsciente.
Enseguida me trasladaron al hospital de Nogoyá y después de muchas horas al hospital San Martin , en Paraná, donde le dieron la triste noticia a mis papas y a todos los que se encontraban allí, que me había dado un ACV.
*Mi 2016 fue durísimo, yo soy una persona muy inquieta, me gusta hacer de todo y amo el deporte (juego al voley desde hace 9 años)Salí del hospital y me di “contra la pared” muchisimas veces. Yo en ese momento no podía caminar, al principio no me acordaba como hacerlo. Soy zurda y perdí toda la movilidad del lado izquierdo, tuve que aprender a volver a caminar, escribir, bañarme sola, comer, y tantas otras cosas que llevaron su tiempo.
* Esta situación me sirvió para aprender y entender que SI UNO QUIERE, PUEDE. Que nunca hay que bajar los brazos por más complicadas que se vean las cosas, que con mucha VOLUNTAD Y PACIENCIA uno puede salir adelante siempre.
La realidad es que a mí no me daban señales de vida, yo estuve 1 semana en terapia intensiva, en coma inducido. Fue increíble la movida que se hizo e incontable la cantidad de gente que estaba rezando por mí, gente de muchos lugares, gente que no me conocía y aún así rezaba por mí.
Hoy, y después de un año de todo eso, les digo que la ORACIÓN HACE MILAGROS. Que toda mi fortaleza la encuentro en Dios, que él no nos abandona nunca, que las cosas siempre pasan por algo, este es el plan de Dios hoy para mi vida y yo lo acepto, SIEMPRE en manos de él.
Hoy volví a mi vida, puedo caminar, hablar, volver a la facultad, ser independiente y manejarme sola, y tantas otras cosas.
Cosas que solo se logran con algo muy importante. Estas cosas se logran con FÉ
Karen Schmutz