Te seguiré cantando, aún cuando llegue una tormenta, de esas que se vuelven fuertes y parecen que no tienen final. Te seguiré cantando Señor, porque mi alma tiene sed de ti, puede ser que a veces de ti me aparte, pero mi alma quiere regresar a tu lado, porque sin ti se siente vacía. Te seguiré cantando, porque tu me das alegría, porque de ti proviene el amor que le doy a los que me rodean. Te seguiré cantando, con mis labios, con mi corazón, con todo mi ser, y sé que mi canto no se compara con todo lo que haces por mi, pero te seguiré cantando como una pequeña muestra de mi amor.