“Te doy mi nada, para que lo conviertas en tu todo…”

martes, 5 de diciembre de
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“Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme…”

 

Así como en el Evangelio de hoy, me presento ante ti con mi nada para que lo conviertas en tu todo, porque sólo vos llamás a las cosas que no son para que sean.

 

Te entrego mi pequeñez, lo poco que tengo lo pongo en tus manos y todo lo que soy te lo ofrezco para que lo dispongas y transformes a tu voluntad. Sólo vos podés llenar los vacíos de mi corazón y darme la felicidad.

 

“Todo es tuyo

disponé a tu voluntad

dame tu amor, dame tu gracia, que ésta me basta…”

 

 

Analy Itatí Molina