Se aproxima el tiempo donde la nostalgia se pone a flor de piel, donde las ausencias se sienten mas grandes y el vacío de la mesa parece más notorio. Extrañamos a los que están en otras tierras, extrañamos a los que se han adelantado al seno del Padre. Navidad pareciera no ser la misma, las canciones de la época nos recuerdan esas ausencias. Es imposible no sentirnos incompletos, pero el niño Jesús nos vuelve a anunciar su llegada, regresa a decirnos que vino al mundo por nosotros. Su natividad viene a traer esperanza, a regalar felicidad, la ternura de los villancicos traen consigo un soplo de fe, un susurro de amor. Desde el cielo papás, mamás, amigos, hijos nos envían un abrazo con amor, nos invitan a no olvidar el verdadero significado de la navidad.
Que esta fecha nos sirva también para perdonar a los que no compartieron su vida con nosotros, al papá o a la mamá que no nos vio crecer, y que quizá no estuvo con nosotros en nuestros días más importantes. Dios es amor y nos invita a amar incluso a los que nos han hecho daño, a perdonar a los que nos han ofendido. No podemos ir por la vida llevando tantas cargas, no nos dejarán avanzar, no permitirán que cumplamos el plan que Dios tiene para nosotros. Entreguémosle ese dolor a Dios, y disfrutemos esta navidad como si fuera la última que hemos de vivir.
Y como bien lo dicen, ¡recorder es volver a vivir! Que esta navidad nos haga brindar por los que nos están con nosotros, que sean los buenos momentos los que nos vengan a dar felicidad. Que durante la oración de la cena de Noche Buena agradezcamos a papá Dios por regalarnos a su hijo, agradezcamos por la vida de los presentes y celebremos a vida de aquellos que desde el cielo encienden con nosotros la última vela de la corona de adviento.