05/04/2017 – Hoy se cumplen 112 años de la muerte de Catalina María Rodríguez, la fundadora de las Esclavas del Corazón de Jesús. Nacida en Córdoba en 1823 conoció los Ejercicios Espirituales de San Ignacio a través de los jesuitas, a través de los cuáles descubrió el llamado a la vida religiosa y su vocación “construir una casa de Ejercicios Espirituales, atender a la instrucción religiosa de las niñas y recoger, luego de haber hecho los Ejercicios a las mujeres de vida descuidada, que quisieran vivir más cristianamente”.
“Esta mujer hizo un poco de todo, fue una laica comprometida, una buena esposa y madre de familia, una religiosa fiel, en suma, una peregrina en busca de la voluntad y la gloria de Dios. Fue transgresora porque invitó a cambiar costumbres, paradigmas, normas. ¿Su motivación? Seguir lo que su corazón le pedía, dejarse interpelar y conmover por lo más herido de la sociedad, cumplir sus sueños, ser fiel a sus ideales, ser fiel a su fe. No hizo cosas de hombres, hizo lo que debían hacer las mujeres y les estaba vedado por serlo” dice su biografía publicada en el Museo Catalina de María ubicado en la calle David Luque 520 (Córdoba).
La religiosa cordobesa, es a quien convocó el Santo Cura Brochero para que lo acompaña en su misión social y evangelizadora en Traslasierras. Allí las hermanas esclavas se hicieron cargo de la educación de niñas en un colegio. Los colegios de las Hnas Esclavas se esparcieron por todo el país y países vecinos.
Compartimos algunos fragmentos de sus memorias:
Tras enviudar, habiendo amado mucho a su esposo, el Coronel Zavalía y a sus hijos adoptivos, Catalina pensó que había llegado su hora: “Desde aquel momento no pensé más que en verlo realizado: éste era mi Sueño Dorado. Cuando me veía con mi hermana no hablaba de otra cosa…era grande mi entusiasmo y decisión a pasar por todo para conseguir lo que deseaba, en lo que no tuve jamás la más pequeña alternativa a pesar de las más fuertes contradicciones”
Catalina habla de la peste en Córdoba, donde tomó noticia de un muchacho seminarista llamado José Gabriel del Rosario Brochero: “Por primera vez vino a este pueblo la peste desoladora del Cólera, que me llevó dos de mis compañeras…en aquellos momentos pensé en que iban a quedar en nada mis proyectos pues estaba viendo desaparecer a las cooperadoras y esperó sin duda a que desapareciéramos todas, no se podía creer otra cosa en vista de los estragos que hacía este terrible azote”
Ver concretado su sueño dorado no fue tarea fácil ni corta: “No fue ésta la única contradicción que sufrí en esta época, me faltaba aún mucho más. En diciembre de ese año se presentó mi única socia a pedir lo que le pertenecía, pues había perdido la esperanza de que la obra se realizace. Pude darle mil pesos que tenía y por lo demás le firmé un pagaré…después de esto, sí que quedé verdaderamente sola y tan sola, que no tenía más consuelo que recurrir a Dios de quien todo lo esperaba, cuya confianza no me faltó jamás, ni en los momentos más difíciles que se presentaron“
“El mundo nunca paga sino a sus amigos y los enemigos del mundo son los amigos de Dios. Ademas ser discípulo de Jesús y estar a su lado sin sufrir las injurias y persecuciones, es imposible” “La imagen que encabeza este artículo busca representar este hecho: “El Cura Brochero luego de que conoció nuestro Instituto formó el propósito de que fuesen las Esclavas a servir la Casa de Ejercicios y proyectó hacer un colegio de niñas que fuese regenteado por las mismas. Ambos edificios construyó a expensas de la providencia, pues él no contaba con otros recursos. Su industria para creárselos ha sido admirable y no menos su heroica abnegación”
“El mundo nunca paga sino a sus amigos y los enemigos del mundo son los amigos de Dios. Ademas ser discípulo de Jesús y estar a su lado sin sufrir las injurias y persecuciones, es imposible”
“La imagen que encabeza este artículo busca representar este hecho: “El Cura Brochero luego de que conoció nuestro Instituto formó el propósito de que fuesen las Esclavas a servir la Casa de Ejercicios y proyectó hacer un colegio de niñas que fuese regenteado por las mismas. Ambos edificios construyó a expensas de la providencia, pues él no contaba con otros recursos. Su industria para creárselos ha sido admirable y no menos su heroica abnegación”
El 7 de julio de 2016 llegó desde Roma la noticia de que la junta médica había aprobado un milagro por supuesta intercesión de Catalina María Rodríguez. Se trata de la curación de una mujer que sanó de una fuerte afección cardíaca sin explicación científica. La mujer es tucumana y continúa con vida. La curación ocurrió hace 19 años, y se trata de la madre de una empleada del colegio de las esclavas en Tucumán.
El 19 de enero de 2017 la comisión teológica de la Congregación para la Causa de los Santos del Vaticano, aprobó por unanimidad ese milagro atribuido a la intercesión de la Madre Catalina María Rodríguez.
El 25 de abril próximo se reunirán los cardenales de la Comisión para la Causa de los Santos en Roma. Es el último paso para la Beatificación de la argentina.