Quién podría jactarse de no necesitar un refugio,
En tu llegada Señor necesito refugiarme.
Enternéceme en mis vacíos,
Llénalos de tu iluminado rostro.
Guíame hacía mi identidad.
Llévame a Belén.
Prepara mi corazón a manera de pesebre.
Con esas ganas de sostenerte con dulzura.
Llega Señor a mi vida,
Con el corazón a manera de pesebre
Te anhelo, te espero.