Evangelio según San Lucas 1,1-4.4,14-21

viernes, 22 de enero de
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Muchos han tratado de relatar ordenadamente los acontecimientos que se cumplieron entre nosotros, tal como nos fueron transmitidos por aquellos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra.

 

Por eso, después de informarme cuidadosamente de todo desde los orígenes, yo también he decidido escribir para ti, excelentísimo Teófilo, un relato ordenado, a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido.

 

Jesús volvió a Galilea con el poder el Espíritu y su fama se extendió en toda la región.Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan.Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura.Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidosy proclamar un año de gracia del Señor.

 

Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él.Entonces comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”.

 

Palabra de Dios

 

 

 


P. Luis Zazano Sacerdote de la Diócesis de Tucumán

 

 

“primero testigos y luego predicadores”.

En esto se basa nuestra vida cristiana:

1) Testigos: es experimentar un encuentro, algo que te lleva a ver, recordar y anunciar…

Tu vida se tiene que convertir en un testigo de Cristo y no en ser un profesor de Cristo. El ser experto de las cosas de Dios no pasa por los libros leídos sino por las experiencias de vida vividas con una mirada de Cristo.

2) Predicador: ponete a ver que el anunciar a Jesús hoy no pasa por ir a la plaza y gritar “Jesus” sino que es mostrarlo con tu vida y en lo sencillo.

Ponete a ver que hoy con tu celular estas predicando, con una imagen, con los audios, con textos…. en fin, predicar es llevar con hechos y palabras al mismo Dios.

3) Liberar: tu tarea y la mía es liberar; hoy tenemos muchos cautivos. Personas que están atrapadas, personas que están encarceladas en la vida, personas que no pueden salir.

Vos y yo con nuestras vidas y oraciones tenemos que llegar y liberar.

En este domingo libera a tu familia y a tus cercanos, podemos comenzar teniendo hoy buen humor. Si no lo tenes, te invito a que lo hagamos con esta oracion:

“Concédeme, Señor, una buena digestión, y también algo que digerir. Concédeme la salud del cuerpo, con el buen humor necesario para mantenerla. Dame, Señor, un alma santa que sepa aprovechar lo que es bueno y puro, para que no se asuste ante el mal, sino que encuentre el modo de poner las cosas de nuevo en orden. Concédeme un alma que no conozca el aburrimiento, las murmuraciones, los suspiros y los lamentos, y no permitas que sufra excesivamente por ese ser tan dominante que se llama “Yo”. Dame, Señor, el sentido del humor. Concédeme la gracia de comprender las bromas, para que conozca en la vida un poco de alegría y pueda comunicársela a los demás. Así sea”.

 

 

Fuente: Radio María Argentina

 

 

Radio Maria Argentina