El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”.
Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró.
Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo, y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó. Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos.
Palabra de Dios
P. Luis Zazazo sacerdote de la Diócesis de Tucumán
Hoy tenemos a judas, veamos:
1) Buscando ocasión: vos podes tener esa actitud de buscar la ocasión de entregar a Jesús, de entregar la gracia que recibiste. Entregar en vez de evitar. Hay veces que te expones demasiado, no lo cuidas a Jesús que esta en vos sino que lo andas entregando y por ende una de las ocasiones son las que te propone el materialismo.
2) En la cena con el Señor: judas participa de la cena, imagínate de incómodo que debe haberse sentido, seguramente cuando no queres soltar ese pecado te debes sentir incómodo cuando estas en la Eucaristia; pero si hay algo en claro es que Jesús busca hasta el último instante que Judas se arrepienta. Hoy Jesús busca hasta el último instante de que no cambies. ¡Te busca!
3) Lo entrega: cuantas veces vos y yo lo entregamos a Jesús y hasta nos auto justificamos. Pero hoy vos tenes una chance distinta, judas se ahorcó porque no encontraba otra cosa. Vos podes confesarte y basta para volver a una relación con Dios.
Dios no se cansa de buscarte pero espera que vos dejes de escaparte. No busques la ocasión de entregarlo sino busca la ocasión de evitar caer en pecado.
Te pido que reces por mi y por mis hermanos: matias, Jesús, Gustavo y Fernando. Ya que hoy cumplimos cuatro años de sacerdotes. ¡Cuanta misericordia de Dios!