Jesús dijo a la gente: “Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed. Pero ya les he dicho: ustedes me han visto y sin embargo no creen.
Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí yo no lo rechazaré, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió.
La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio, sino que lo resucite en el último día. Esta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en él, tenga Vida eterna y que yo lo resucite en el último día”.
Palabra de Dios
Monseñor Fernando Maletti Obispo de Merlo- Moreno
Estamos en la semana del pan de vida, hoy leemos precisamente en el evangélio de san Juan capítulo 6 versículos 35 al 40 “Yo soy el pan de vida, el que viene a mi jamás tendrá hambre, el que cree em mi jamás tendrá sed.” Que bueno está en directa relación con la vida eterna, este pan nos da una vida que se hara plenitud en la resurrección.
Cuando participamos del pan, el cuerpo y la sangre de Jesús nos estamos anticipando a nuestra propia resurrección, por eso basta con creer, si creemos, nos dice Jesús ya estamos presagiando, ya estamos hoy mismo saboreando el gusto de la vida eterna.
Por eso celebrar la Eucaristía es celebrar la Pascua renovada hasta que vuelva el Señor. Eto indica la última venida de Jesucristo, su manifestación gloriosa al final de los tiempos, pero El vuelve a nosotros cuando nos reunimos para partir el pan y participamos de su vida entregada y resucitada.
“Yo soy el pan de vida”, con éstas palabras Jesús nos esta diciendo que en la Eucaristia nos alimentamos del amor de Cristo, nos identificamos con sentimientos y actitudes de Jesús, que son de acogida y de entrega. En cada Eucaristia compartimos, convivimos, comulgamos, nos unimos en común unión.
Que importante estar como obsesionados, urgidos a aceptarnos entre nosotros, en la familia, en las comunidades, en la Iglesia para modelo de la sociedad y comprendernos, perdonarnos y querernos.
Que bueno que despúes que cada vez que comulguemos tengamos que salir con fuerza para superar toda enemistad, no puede existir rivalidad y distanciamiento entre los que participan de la mesa del Señor.
Que lindo lo que nos dice Jesús: Esta es la voluntad de mi Padre, que el que vea al Hijo y crea en El tenga vida eterna y Yo lo resucite el último día, el que viene a mi jamás tendrá hambre , el que cree en mi jamás tendrá sed.
Que el Señor los bendiga, los acompañe a todos ustedes y les de la Gracia que más necesiten.
Fuente: Radio María Argentina