Al salir de allí atravesaron la Galilea; Jesús no quería que nadie lo supiera, porque enseñaba y les decía: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará”. Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle preguntas.
Llegaron a Cafarnaún y, una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: “¿De qué hablaban en el camino?”. Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande.Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: “El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos”.
Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo:”El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a aquel que me ha enviado”.
Palabra de Dios
P. Luis Zazano Sacerdote de la Diócesis de Tucumán
Nos encontramos con un Jesús que va a ser entregado pero nos deja en claro que en la vida Cristiana para ser el primero no tenes que ser ni figuretti ni acumulador de títulos o escalador, o hacerte cercano al cura o al obispo o ser amigo del Papa. Para ser el primero sólo se necesita de una sola cosa: “ser servidor de todos”.
Nos encontramos con un contraste. El hombre justo no tiene una vida fácil: el hombre que es justo en la vida es perseguido… pero en los hombres de hoy parece que lo que interesa no es la justicia sino el prestigio, la grandeza y el poder.
Para conseguir esta cosas se ambiciona, se destruye y hasta se acude al asesinato; ¿a cuantos hemos matado con la lengua por un puestito?
El discípulo de Jesús no debe comportarse asi; tiene otros criterios de conducta y esta al servicio de todos. Te presento algunos criterios:
1)ser el primero en servir.
2)trabajar en silencio, sin mostrar bombos y platillos.
3)si no puedes alabar, calla!!
Que pases un hermoso domingo en el servicio, “serás grande si aprendes aprendes a ser pequeño”