Pedro le dijo a Jesús: “Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”. Jesús respondió: “Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia, desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y, campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna. Muchos de los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros”.
Palabra de Dios
P. Cristian Salomón Sacerdote de la Parroquia Santa Teresa de Jesús, de Santa Teresa, Diócesis de Rosario
Celebramos hoy a María, madre de Jesús y madre nuestra, llamándola Auxilio de los Cristianos. Nos unimos a la fiesta de tantas comunidades, de modo especial Salesianas, que festejan sus fiestas patronales, de modo especial nos unimos pidiendo por medio de la auxiliadora por toda la comunidad Salesiana, que tanto bien hacen a nuestra Iglesia y a nuestros jóvenes.
Vos sabes que ya desde los primeros siglos se la invocaba y llamaba a María, como auxiliadora, ya San Juan Crisostomo, alla por el año 350, decia: “Tú María, eres auxilio potentísimo de Dios” y luego en distintas dificultades y/o persecusiones, la Iglesia entera le pedia su intercesión, diciendole: María Auxiliadora, ruega por nosotros, pero es San Juan Bosco, este gran Santo, quién difundió e hizo muy cercana y conocida, la devoción a María auxiliadora por todo el mundo, incluso en nuestro pais, llegando a ser Patrona del Agro argentino.
María ha sido auxilio de los amigos de Jesús, desde los inicios de la vida del Señor, en las bodas de Cana: auxiliando a los novios que se habían quedado sin vino, en la cruz: sosteniendo a maría y a Juan, luego esperando junto a los discipulos el don del Espiritu santo, orando y rezando con ellos.
Que bueno es tener a María como aliada y auxilio, que bueno es, no sólo sentirse, sino tener certeza de que Élla siempre cuida de nosotros y esta presta a prestarnos su auxilio, su intercesión, su ayuda, cuánto más bueno sería, si aprendieramos de ella a estar atentos y auxiliar, ayudar a los hermanos, a los necesitados.
Te invito a dirigir a ella este canto, que podes también rezar, el himno a María auxiliadora: Quiero llegar, hasta tus pies benditos, para implorar, sobre mi vida entera, la bendición, que ampare mi alegría, Auxiliadora, Madre mía…Por ti viví, los años de inocencia, porque aprendí de labios de mi Madre, al invocar, tu nombre cada día, Auxiliadora, Madre mía…Tuya será mi juventud inquieta
frágil barquilla en borrascosos mares, Porque serás, su brújula y su guía, Auxiliadora, Madre mía.
Que tengas lindo día, y que por medio de María, nuestro auxilio, Dios te bendiga.