Evangelio según San Mateo 7, 1-5

viernes, 10 de junio de
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Jesús dijo a sus discípulos: No juzguen, para no ser juzgados. Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los juzgará, y la medida con que midan se usará para ustedes.

 

¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: ‘Deja que te saque la paja de tu ojo’, si hay una viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.

 

Palabra de Dios

 

 

 

 


P. Javier Verdenelli Sacerdote de la Arquidiócesis de Córdoba

 

 

 

En el evangelio de hoy seguimos la meditación sobre el Sermón del Monte que se encuentra en los capítulos 5 y 6 de Mateo. Mateo juntó y organizó las palabras de Jesús para enseñar cómo debía de ser la nueva manera de vivir la Ley de Dios.


• La vivencia comunitaria del evangelio (Mt 7,1-12) es la piedra angular. Es donde se define la seriedad del compromiso. La nueva propuesta de la vida en comunidad aborda diversos aspectos.


• La primera condición para una buena convivencia comunitaria es no juzgar al hermano, o sea eliminar los preconceptos que impiden la convivencia transparente. ¿Qué significa esto concretamente? El evangelio de Juan da un ejemplo de cómo Jesús vivía en comunidad con sus discípulos. Jesús dice: “Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.” (Jn 15,15). Jesús es un libro abierto para sus compañeros. Esta trasparencia nace de su total confianza en los hermanos y tiene su raíz en su intimidad con el Padre que da fuerza para abrirse totalmente a los demás. Quien convive así con los hermanos y hermanas, acepta al otro como es, sin ideas preconcebidas, sin imponer condiciones previas, sin juzgar al otro. Es un ideal tan difícil y atrayente como aquel otro: “sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo” (Mt 5,48).


• Enseguida Jesús da un ejemplo: ¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Deja que te saque la paja de tu ojo», si hay una viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano. Al oír esta frase, solemos pensar en los fariseos que despreciaban a la gente tildándola de ignorante y se consideraban mejores que los demás (cf. Jn 7,49; 9,34). En realidad, la frase de Jesús sirve para todos. Por ejemplo, hoy, muchos de nosotros que somos católicos pensamos que somos mejores que los demás cristianos. Pensamos que los demás son menos fieles al evangelio que nosotros. Vemos la paja en el ojo del otro, sin ver la viga en nuestros ojos. Esta viga es la causa por la cual, hoy, mucha gente tiene dificultad en creer en la Buena Nueva de Jesús.

 


PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL


• No juzgar al otro y eliminar los preconceptos: ¿cuál es la experiencia personal que tengo sobre este punto?


• ¿cuál es la viga en mí que dificulta mi participación en la vida en familia y en comunidad?

 

 

Radio Maria Argentina