Jesús dijo entonces a sus discípulos: “Les aseguro que difícilmente un rico entrará en el Reino de los Cielos. Sí, les repito, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos”.
Los discípulos quedaron muy sorprendidos al oír esto y dijeron: “Entonces, ¿quién podrá salvarse?”. Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: “Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible”.
Pedro, tomando la palabra, dijo: “Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué nos tocará a nosotros?”. Jesús les respondió: “Les aseguro que en la regeneración del mundo, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, que me han seguido, también se sentarán en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Y el que a causa de mi Nombre deje casa, hermanos o hermanas, padre, madre, hijos o campos, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la Vida eterna. Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros.
Palabra de Dios
P. Cristian Salomon Sacerdote de la Parroquia Santa Teresa de Jesús, de Santa Teresa, Arquidiócesis de Rosario
“Les aseguro que dificilmente un rico entre en el Reino de los cielos”, comienza diciéndonos la Palabra de este día, y continua: “es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que un rico en el Reino de los cielos..” para culminar: y quién deje todo por Él, casa, familia, recibira cien veces más y heredara la Vida Eterna.
Después de haberse encontrado con el joven rico y que éste se haya ido apenado porque tenia muchos bienes, Jesús comparte con sus amigos esta reflexión y enseñanza, lo que genera en los discípulos el asombro y la pregunta de ¿quién podrá salvarse? Y la respuesta del Señor que seguramente renovo en ellos la opción y decisión de seguir dejándolo todo por Él y su Reino.
Ser rico es entre otras cosas, poner la confianza y la vida no sólo en las poseciones sino también el buscar en ellas cierta seguridad, pensar y confiar más en lo que uno tiene y puede, incluso las propias capacidades que en la Palabra y providencia de Dios.
Podemos estar cumpliendo y viviendo muy servicialmente como lo hacia el joven rico, y estar apegados a nuestros bienes, cosas, a lo que nosotros podemos hacer y no a lo que Dios puede hacer en nosotros.
Seguir a Jesús, confiando en su Palabra que llama, abandonándonos en Él, poniendo lo nuestro a su servicio, creyendo que Él hace todo lo demás, porque en realidad todo lo que podemos poner y dar nosotros, siempre será muy poco, es la invitación de este día
El desprendimiento, el dejar todo por Él, el vivir su estilo e vida, sólo tiene sentido, fecundidad, Vida Eterna, si lo hacemos por seguirlo a Él, a Jesús y su Reino.
Celebrando hoy un nuevo aniversario del nacimiento de Don Bosco, que se jugo la vida en favor de los jóvenes por amor a Jesús pedimos por medio de él y con Santa Teresa de Jesús la gracia de poder vivir la certeza de que “Quién a Dios tiene, Nada le falta, Sólo Dios Basta”
Que tengas lindo día, Dios te bendiga.