Evangelio según San Lucas 8, 16-18

lunes, 19 de septiembre de
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Jesús dijo a la gente: «No se enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente o para ponerla debajo de la cama, sino que se la coloca sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Porque no hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.

Presten atención y oigan bien, porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que cree tener.»

 

 

Palabra del Señor

 

 

 

Reflexión

 

El evangelio de hoy nos trae tres pequeños dichos de Jesús. Son frases sueltas que Lucas coloca aquí después de la parábola de la semilla (Lc 8,4-8) y de su explicación a los discípulos (Lc 8,9-15)

La primera frase de Jesús es una pequeña parábola. En el contexto en que Lucas coloca esta frase, se refiere a la explicación que Jesús dio de la parábola de la semilla (Lc 8,9-15). Es como si dijera: las cosas que vos acabas de escuchar, no debes guardarlas para ti, sino que debes irradiarlas para los demás. Un cristiano no debe tener miedo a dar testimonio y a irradiar la Buena Nueva. La humildad es importante, pero es falsa la humildad que esconde los dones de Dios dados para edificar la comunidad (1Cor 12,4-26; Rom 12,3-8).

La segunda frase de Jesús, de acuerdo con el contexto que fue puesto por Lucas, también se refiere a las enseñanzas que Jesús dio en particular a sus discípulos (Lc 8,9-10). Los discípulos no pueden conservarlas para sí, sino que deben divulgarlas, pues forman parte de la Buena Nueva de Dios que Jesús nos trae.

A través de la tercera frase de Jesús, Lucas está diciendo a las comunidades y a todos nosotros: “¡Presten atención a las ideas con que miran a Jesús!” Si la idea con la que miro a Jesús fuera equivocada, todo lo que pienso, recibo y enseño sobre Jesús estará amenazado de error. Si yo pienso que el mesías ha de ser un rey glorioso, no voy a entender nada de lo que Jesús enseña sobre la Cruz, sobre el sufrimiento, la persecución y el compromiso, y hasta voy a perder aquello que yo pensaba poseer.

Uniendo esta tercera fase a la primera, podemos concluir lo siguiente: quien quiera quedarse con lo que recibe, sin compartirlo con los demás, pierde aquello que tiene.

 

 

Para la reflexión personal

 

• ¿Qué ideas preconcebidas te impiden percibir y apreciar en su justo valor, las cosas buenas que las personas hacen?

• ¿Te has dado cuenta de las ideas preconcebidas que están detrás de ciertas historias, anécdotas y parábolas que las personas cuentan?

 

Radio Maria Argentina