Evangelio según San Lucas 11,1-4

martes, 4 de octubre de
image_pdfimage_print

Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos”. El les dijo entonces: “Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino; danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación”.

 

Palabra de Dios

 

 

 

 


Padre Pablo Osow sacerdote de la Arquidiócesis de La Plata

 

 

Queridos hermanos de Oleada Joven y de Radio María, que hermoso es tener este espacio para meditar la palabra cotidianamente.

 

Hoy Jesús nos enseña a rezar; yo los invito a que le repitamos el pedido de los discípulos: “Enséñanos a rezar” ya que Cristo rezaba y por lo tanto era maestro de oración, sobre todo ante las grandes decisiones de su vida el Maestro se retiraba a la montanña a rezar y a veces se quedaba toda la noche rezando.

 

Él nos dejó algunas claves para rezar mejor, por ejemplo: no rezar con muchas palabras porque el Padre ya sabe lo que nosostros necesitamos antes de que se lo digamos, rezar insistentemente como el amigo inoportuno, rezar como si ya hubiéramos recibido lo que hemos pedido, rezar de acuerdo a lo que sentimos como Él, que le pide a Dios que aparte de sí mismo ese cáliz de la cruz que iba a pasar pero abandonándonos a la voluntad del Padre: “Que se haga Tu voluntad y no la mía”. Rezar con confianza porque el que nos está escuchadno es un Padre, un padre Bueno y “si ustedes que son malos saben dar cosas buenas a sus hijos cuanto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo”.

 

Es ese Espiritu que recibimos dice la carta a los Romanos y que nos hace llamar a Dios Abbá, Padre. Es el Espíritu del Padre Nuestro. Dios es Padre, no es jefe, ni gerente, ni comerciante, no es un militar ,no es un ideologo, no es un politico sino Padre. Y todo otro rasgo humano que podamos reconocer en Dios lo tenemos que enmarcar en esta definición fundamental de Jesús: Dios es Padre, es Abbá

 

Yo los invito a que contestemos al Padre Nuestro, que hagamos nuestra propia oración en este año de la misericordia de acuerdo a lo que escuachasmo en el Padre Nuestro, por ejemplo:

 

Hermano mío, que estás acá en el mundo conmigo

El Padre te puso acá como un gran regalo.

Honremos, santifiquemos, el nombnre del Padre

haciendo realidad su sueño de un mundo de hermanos.

 

Ese es Su reino, hagamos reinar el amor en todos

nuestros vínculos querido hermano.

Que en la tierra vivamos el cielo acercándonos

sobre todo al más débil, al más pobre

al enfermo, al preso, al desnudo, al hambirento

 

Compartamos el pan hermano, los regalos que 

ecológicamente el Padre nos ha regalado

para que seamos felices.

 

Perdonemos de corazón porqiue somos humanos

pero también somos hermanos.

Ayudame hermano a no caer en la tentación 

de ver en vos a un desconocido, a un enemigo

a un competidor, a un superior o a un inferior

porque somos hermanos.

 

Saquemos el mal progresivamente de

nuestras vidas, de nuestro mundo, 

de nuestro país, de nuestros ambientes.

 

Yo creo, yo creo que sos hermanos

y lo creo porque tenemos un Padre

un Padre Nuestro.

Amén

 

 

 

 

 

 

Radio Maria Argentina