Cricket sin fronteras

jueves, 13 de octubre de
image_pdfimage_print

13/10/2016 – En Poco de Caldas, Mina Gerais, Brasil tuvo lugar el torneo Sudamericano de Cricket y allí estuvieron las selecciones juveniles de menores de 13 y 17 años de Argentina que lograron consagrarse campeones Sudamericanos. También participaron los   chicos que juegan al cricket en el programa Cricket Sin Fronteras de Villa 21 y La Cárcova.

 

Nos conectamos con Daniel Juárez, Manager de la Asociación de Cricket de Argentina quien nos compartía como vivieron este logro: “Lógicamente con mucha alegría porque desde hace muchos años que venimos haciendo un trabajo muy intenso con los chicos y cada título que se consigue, es un logro más y un paso más en la formación de ellos a lo que apostamos”.

 

Respecto a la convivencia entre los chicos, a la experiencia humana que viven los chicos detrás del deporte, Daniel nos dijo que “el deporte es una herramienta de transmisión de valores y formativa, genera vínculos muy fuertes. Particularmente nuestro deporte,  que siempre se llamó deportes de caballero, justamente lo que se trata es enseñar este tipo de principios y esto genera una convivencia muy especial dentro de los torneos. Se genera, se enseña mucho respeto”.

 

 

¿Qué es Cricket sin fronteras?

 

Juárez explicó que “este programa lo armamos en el año 2009 a partir de la iniciativa que tuvimos con el padre Pepe en la parroquia Ntra Sra de Caacupé de Barracas, ahí se inició con el  apoyo de ese entonces el Cardenal Bergoglio. Arrancamos con chicos de la Villa 21 y 24 y como había cierta confrontación dentro del barrio lo que primero tratamos de hacer fue vincularnos entre ellos para eliminar esa confrontación. Recién ahí partimos saliendo hacia afuera, comenzamos a vincularnos con clubes, colegios ingleses. El año pasado incluimos a Cárcova”.

 

Respecto al equipamiento para jugar este deporte, en Argentina no se consigue nada. Es por esto que al padre Pepe y a Daniel se les ocurrió vincular  a los reclusos del penal 46 de San Martín con los jóvenes adictos en recuperación del Hogar de Cristo para que juntos, en la carpintería del penal, crearan los bates para los equipos. “Es histórico en Argentina porque de los 200 años que se juega Cricket en Argentina jamás se hizo nada acá respecto al equipamiento”, comentó Daniel, agregando que “es un bate terminado a mano” y que lo llevaron “como símbolo, es un trabajo muy minucioso el que han hecho estos chicos”.

 

“Esto no termina acá con haber alcanzado el premio, nosotros siempre apuntamos a la inclusión, la inserción social y el objetivo de vida de estos chicos para que en un futuro tengan un nivel de vida mejor”, concluyó Juárez.

 

Oleada Joven