El pan es para todos. Como es tu cielo.
Como es tu sol, amigo Jesús.
Pan para los niños que lloran de hambre;
pan para las madres que no lo tienen para dar,
pan para los viejecitos que ya no tienen fuerzas;
pan para el que trabaja, siempre pan.
Vos te has hecho Pan de vida, Jesús.
Tu vida se ha hecho pan a compartir,
Tu vida, pan fresco y sabroso,
tu vida el pan de cada día en la mesa del altar.
Danos tu Pan, danos tu Cuerpo,
que vos has dicho que a los pájaros del cielo,
que ni siembran, ni recogen,
ni tienen graneros, nunca les falta.
Que tu Padre cuida de ellos.
Y nosotros somos, a tus ojos,
más que los pajarillos; somos hijos sentados a tu mesa,
donde no hay blanco, ni negro,
ni rico, ni pobre, ni listos, ni torpes…
todos somos iguales porque somos
hermanos y en tu mano el pan se hace para dar.
Jesús, cuando alguien tenga hambre, que yo comparta mi pan. Jesús, cuando alguien tenga sed, que yo le de mi vaso. Jesús, cuando alguien esté con frío, que yo le comparta mi ropa. Jesús, cuando alguien esté enfermó, que le toque mi amistad. Jesús, cuando alguien esté cansado, que yo le ayude a caminar. Jesús, yo quiero ser pan para todos,
pan que tu Padre cada día, a su mesa nos da.