“Mátennos a todos, musulmanes y cristianos, o déjennos en paz”. Con este gesto extremo de valor y lúcida locura un grupo de musulmanes evitó la matanza de civiles cristianos por parte del grupo yihadista somalí al-Shabaab en Kenya.
La comitiva se encontraba a bordo de un autobús en el norte de Kenya, a pocos kilómetros de la frontera con Somalia. De repente, los terroristas atacaron el vehículo e intimaron a los pasajeros a descender: Los cristianos de un lado y los musulmanes de otro, en un ritual que se ha vuelto desgraciadamente común en esta parte de África. Arrodillados, con una ametralladora apuntándoles a la nuca y resignados a la muerte, los keniatas cristianos, que estaban volviendo a casa desde Nairobi para celebrar la Navidad, fueron milagrosamente salvados por la reacción inesperada de sus compatriotas musulmanes, que se interpusieron entre ellos y los terroristas como escudos humanos. Un gesto que provocó la huída de los atacantes, sorprendidos por tanto valor.
No es la primera vez que el grupo Al Shabaab comete asesinatos en este país. Pero tampoco es la primera vez que vemos un acto grupal de heroísmo hacia personas de otra religión. En nuestras retinas queda la imagen de la cadena humana formada por musulmanes alrededor de una iglesia cristiana en Egipto, o la defensa en plena Primavera Árabe por parte de los cristianos que protegieron a los musulmanes durante su oración.
A pesar de que el panorama político- social de Kenya no nos toca de cerca, nosotros también, como jóvenes argentinos, estamos invitados a un amor que supera fronteras y a ser activistas por la paz. Desde tus circunstancias ¡Animate a dar más de ese amor tan poderoso que vence distancias, diferencias y discordias!
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