Hay un tiempo para todo

jueves, 28 de abril de
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Tiempo de contemplar,
para saber mirar
primero hay que amar
con tu amor.

Tiempo de escuchar,
se que nos hablas en nuestro corazon,
dejarse hacer como los árboles
en otoño,
quedar desnudo
delante de ti
para que broten
frutos nuevos,
frutos de tu amor,
de tu misericordia.

Tiempo de contemplarte
en el sagrario
donde nos esperas
como ese hoguera que arde
y nos reconforta.

Y en este gris de otoño
me asomo y te encuentro
bello arco iris
que me anuncia que no tenga miedo,
que un vas a irte con el PADRE
para prepararme un lugar
pero mientras tanto me dejas el fuego
es el espíritu santo que ya se esta sintiendo.

 

María Longo

 

 

Oleada Joven