“Ver a Dios en las criaturas”

martes, 19 de julio de
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Cecilia, misionera en la Fazenda do Natal – Brasil.

 

En esta carta quiero presentar a una persona que es muy especial en la Fazenda, se llama Diego (“Didi”). Él vive aquí ya entre 16/17 años, tiene 29 años.

Diego tiene una mirada que habla, abraza, ignora, se enoja, acaricia, es una mirada muy especial y si esta mirada no es escuchada se manifiesta con “barullos” que también hablan, ¡y cómo hablan!

Con Diego comenzamos a conocernos poco a poco, y hoy junto a la Hermana Benedita, Ilona y Luis cuidamos de él.

Día a día comentamos con los demás las comidas o actividades que observamos que a Didi le gusta hacer y que están bien para él. Es muy emocionante y divertido ir descubriendo cada día algo nuevo en la convivencia con él, quien también tiene esos días en que no está bien, que no quiere nada y se hace difícil, pero siempre concluimos diciendo que es como cada uno de nosotros, que tenemos nuestros días buenos y nuestros días no tan buenos.

Les cuento que Diego tiene una discapacidad y cada vez camina menos, está más tiempo en una silla de ruedas, su comunicación no es a través del habla, depende de alguien más…cada persona que está en La Fazenda tiene algo que ver con él.

 

Didi, es un fiel ejemplo de poder ver a Dios vivo, Dios hecho carne. Al comienzo me costaba un poco VER, todos los días descubro algo nuevo en la criatura de Didi.

Me doy cuenta que muchas veces por “no tener tiempo” dejo de VER la esencia, lo esencial de cada persona, de cada ser que se me presenta y es así que me pierdo de VER a Dios en cada uno.

Doy gracias a Dios de poder estar viviendo, caminando en esta misión y pido que día a día me ayude a VER, a deleitarme viendo a cada una de las personas que encuentro.

 

Cecilia

 

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