Valen la pena las luchas que van detrás de los sueños que se alcanzan
y también lo valen los fracasos de los sueños
que se van quedando en el camino.
Vale jugarse entero por los ideales que construyen y edifican,
y hacen a la persona libre, digna, capaz de valerse por si misma.
En tiempos como este, vale amar fuerte,
con un amor inconmensurable, auténtico pero verdadero.
Que no retenga ni asfixie, que no condene ni ponga límites.
Que se haga palpable y me comprometa en el amigo que tengo al lado.
Vale la pena la vida, tu vida.
No importa de donde vengas o como decidas vivirla,
vivir es un milagro que día a día se renueva.
Vale la pena esta locura de seguirte a donde sea que Vos quieras llevarme,
aunque a veces no entienda o aunque la espera me desespere.
Soltar y darse a tu proyecto vale la pena.
Las risas, las lágrimas.
Los éxitos, las caídas.
Las peleas y las reconciliaciones.
Las idas y vueltas.
Las indecisiones.
Lo que pudo ser y no fue.
Tu historia. Los miedos. Lo inalcanzable.
Lo que se pierde y lo que se encuentra.
Todo, y mucho más, vale la pena.
Yani Moyano