Señor, que yo sea
el primero en servir…
el primero en perdonar…
el primero en acoger.
el último en cruzarme de brazos ante la necesidad…
el último en juzgar y crear envidias…
el último en rechazar y cerrarme al hermano.
Dame un corazón servidor.
Que no olvide nunca que tú te inclinaste
para lavar los pies a tus amigos.
Haz de mi vida, una vida de entrega y servicio…
porque, quien no vive para servir no sirve para vivir.
(Fermín J. Negre)