Miércoles 27 de Febrero del 2019 – Evangelio según San Marcos 9,38-40

martes, 26 de febrero de
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Juan le dijo a Jesús: “Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros”.

Pero Jesús les dijo: “No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí.
Y el que no está contra nosotros, está con nosotros.

Palabra de Dios

 


P. Matías Burgui, sacerdote de la Arquidiócesis de Bahía Blanca

 

La Palabra de Dios es maestra en mostrarnos cómo los discípulos muchas veces caminan junto a Jesús, pero que esto no es garantía de que estén comprendiendo todo. Es más, nos quiere acercar esta realidad el Evangelio, a ellos les cuesta entender y aceptar que el Espíritu Santo de Dios sople como y donde quiera. Es por eso, por no comprender, que quieren enjaular al Espíritu Santo y prohíben a otros, que no son del grupo, sanar en nombre de Jesús. La Palabra nos quiere enseñar que los planes y los parámetros de Dios están por encima que los de los hombres. Hoy meditamos Marcos 9, del 38 al 40, una buena oportunidad para hacer carne nuestra oración. Te propongo algunas ideas:

En primer lugar, ampliá la mirada. Ampliá tu mirada y no te la creas. Es un poco lo que le pasó al apóstol Juan, ¿no? Él tenía conciencia de ser parte de ese pequeño rebaño que había elegido Jesús, tenía conciencia de ser del grupo de los doce, tenía conciencia de que estaba siguiendo a Jesús y que para seguirlo, tenían que estar con él. Es cierto, Juan compartía el espacio con Jesús, pero todavía no compartía su corazón, sus sentimientos, su docilidad al Espíritu Santo. La reacción de Juan nos muestra que le preocupa que otros hagan obras en el nombre de Jesús. Casi que hasta parece lógico, pero no es la lógica de Jesús. Es verdad, los apóstoles pertenecen al grupo de Jesús, pero el Señor les enseña que no es de su propiedad, sino que es mucho más: Jesús no es algo que se posea, es alguien que nos acompaña y sostiene. Hoy la Palabra nos muestra que, si nos la creemos de los “super discípulos”, si pensamos que somos los dueños de Dios, nos perdemos su paso por la vida de los demás. Todo aquel que busca la voluntad de Dios y trata de seguirla, es su amigo. Por eso hoy es un día para alegrarse y para reconocer que Dios es mucho más que nuestros planes y que es creativo para llegar a todos. No te pongas mal si otro se acerca a Dios distinto que vos, rezá para poder discernir y acompañar cada proceso. Así como te han acompañado a vos. Que Jesús te regale un corazón amplio y una mirada como la suya.

En segundo lugar, la unidad prevalece sobre el conflicto. El Papa Francisco, en su primera carta apostólica, “Evangelli Gaudium”, nos enseña que siempre hay que buscar la comunión. Es algo que a lo mejor sabemos, pero que siempre cuesta. Jesús dice en el evangelio “el que no está contra nosotros, está con nosotros”, y por eso hay que buscar siempre la unidad. Cuántas veces, tal vez sin quererlo, por prejuicios, por celos, por envidias, terminamos dividiendo. Cuánto tiempo y situaciones perdidas en enfrentamientos, en querer o pensar que somos los únicos que hacen las cosas bien, que solo nosotros tenemos la verdad. Acordate que la verdad no es algo que se tenga, la verdad es una persona, es Jesús y nosotros somos servidores, no dueños. Cuántas veces, incluso dentro de la misma Iglesia, generamos conflicto, nos peleamos, queremos llevar gente solamente a nuestros grupos o criticamos a los que están en otros. Pero no, hoy Jesús es muy claro: en Él hay espacio para todos, cada uno con su carisma. Pedile al Señor siempre apostar a la unión, pedile que te de claridad para ser puente y no divisor. No te conviertas en una jaula para el Espíritu Santo. Cuántas realidades en nuestras comunidades y en nuestra sociedad cambiarían, si nos dejáramos formar por el Espíritu de Jesús, mirando y agradeciendo todo lo que Él obra por fuera de nuestros grupos o instituciones.

Danos Señor un corazón humilde y fraterno que no sea celoso ni posesivo de tu amor, sino generoso y servicial. Si tenés fe en el Señor, nada es imposible.

Que tengas un buen día y que la bendición de Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, te acompañe siempre. Amén.