Me has seducido, Señor

jueves, 3 de noviembre de
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Me has seducido, Señor,
y me dejé seducir,
desde que aprendí tu nombre 
balbuceado en la familia.

Me has seducido, Señor,
y me dejé seducir
en cada nueva llamada
que el alto mar me traía

Me has seducido, Señor, 
y me dejé seducir
hasta el confín de la tarde,
hasta el umbral de la muerte.

Me has seducido, Señor, 
y me dejé seducir
en cada rostro de pobre
que me gritaba tu rostro.

Me has seducido, Señor, 
y me dejé seducir, 
y en el desigual combate
me has dominado, Señor,
y es bien tuya la victoria.

Me has seducido, Señor,
y me dejé seducir
en un desigual combate
y la victoria 
es bien nuestra.

 

(Pedro Casaldáliga)

 

Noelia Viltri