¿Dejarte entrar?

jueves, 24 de noviembre de
image_pdfimage_print

Entras en mi vida, y comienzas a atravesar por ella.

 

Con tu paso lento, cargado de urgencia por salvarme, y al mismo tiempo, lleno de paciencia para esperarme.

 

Sabes que allí hay un hombre llamado…(Yo), que quieres ver. Encontrar. Has venido con tu mirada buscándome hace tiempo, y siempre estaba detrás de algo: detrás de una apariencia, detrás de una excusa, detrás de una fuga.

 

Hoy me expongo a tu paso, me detengo, me aquieto, y el hacerlo, me da otra perspectiva, una altura distinta desde donde mirar, mirarte y mirarme.

 

Hoy me pongo a atender lo que pasa dentro mío, sé que las cosas pasan por allí. No es a otros que tengo que mirar. Es a ti y a mi, y veo, que entre empujones de tantas torpezas mías,
tu amor avanza hacia mí, a paso firme. Nada lo detiene.

 

Estás decidido a encontrarme, y lo has conseguido. Tus ojos me llaman:

 

-Baja enseguida. Baja, no tengas miedo.
Vine a tu altura, para ponerte a la mía. a la altura de la amistad que te ofrezco.

 

Mas una cosa es necesaria: que me hospedes, que me recibas en tu casa, entremos juntos. Si miras cómo entras en tu casa, empezarás a descubrir cómo la habitas.

 

Entra tú primero, como cada día.

¿Cómo la sientes?

¿Una carga?, ¿un descanso?, ¿una tortura?,

¿un hartazgo?, ¿un desierto?, ¿una isla?

 

Ahora, deja que entre también yo.

 

Deja que me quede en el sitio que más vacío esté de amor,
y sentémonos a hablar.

 

Cuéntame de las cosas que quisieras comenzar y no te animas.

Cuéntame de las cosas que quisieras dar y tienes miedo.

Cuéntame de esas pequeñas cosas en que te sientes tan pequeño.

Cuéntame lo que necesitas y tienes vergüenza de ser pedigüeño.

Cuéntame de tu herida, que ha llegado hasta ti el médico.

Cuéntame de tu pecado, que para salvarlo es que vengo. Cuéntame… y cuenta conmigo.

Ya llegará el tiempo de abrir la puerta y salir, tienes que intentarlo, de lograrlo yo me encargo.

Si te animas, déjame decirte que “hoy la salvación ha llegado a esta casa”. Es la tuya, Abre, amigo.

 

 

Javier Albisu sj

 

Noelia Viltri