Dice que quienes se pasan las horas y los días hablando de los demás son las personas mezquinas. Pero todos sabemos el inmenso desafío que es no engancharse en los famosos “chismes”.
Para poder evitar caer en la tentación existe un interesante ejercicio. Usar el “criterio de los tres tamices”.
El primer tamiz es el de la Verdad. ¿Estás seguro de que este hecho es verdadero?
El segundo tamiz es el de la Bondad. Aunque este hecho sea verdadero, ¿te gustaría que los demás lo contaran como si se tratara de vos?
El tercer tamiz es el de la Necesidad. ¿Te parece necesario ponerlo adelante? ¿Va a servir para hacer el bien?
Si lo que querías contar ha pasado por los tres tamices, sigue adelante. Si no, reflexiona mejor. Y recuerda siempre otra constatación popular:
“La personas nobles hablan de ideas y sueños, las personas comunes hablan de cosas, las personas mezquinas hablan de los demás”.
Fuente: Aleteia