Piensa también con los pies sobre el camino cansado por tantos pies caminantes. Piensa también, sobre todo, con el corazón abierto a todos los corazones que laten igual que el tuyo, como hermanos, peregrinos, heridos también de vida, heridos quizá de muerte. Piensa vital, conviviente conflictivamente hermano, tiernamente compañero.
-Pedro Casaldáliga-