La hermosa misión de ser padrinos

jueves, 28 de abril de
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Si sos madrina o padrino habrás vivido ese emocionante momento en el que los padres de esa o ese bebé al que tanto querés te eligen a vos para cumplir la misión de acompañarlo en el camino de la fe. O tal vez tu hermano/a, primo/a, sobrino/a o amigo/a te eligen como padrino o madrina de confirmación. 

 

Es interesante conocer como muchas veces estos roles son elegidos principalmente por la pertenencia familiar, por el cariño, que sin bien son válidos e importantes, no son suficientes. Tal vez porque se subestima, no se conoce o reconoce la importancia de semejante tarea: ser padrinos lleva en sí mismo el sello de la misión.

 

La misión de los padrinos muchas veces estan desdibujados en la sociedad y se confunden con la mera acción de hacer bonitos regalos por ejemplo, sin embargo ellos estan llamados a ser custodios de la fe, a acompañar al ahijado/a en el camino, a rezar por su santidad.

 

 

A continuación te acercamos 7 ideas sobre la misión que tienes con tu ahijado/a:

 

 

 

Tu vida es tu curriculum

Que tu testimonio de tu lucha sincera por vivir los principios del Evangelio iluminen siempre a tu ahijado/a para vivir como un buen cristiano durante toda su vida.

 

 

Das el mejor regalo

Madrinas y padrinos el mejor regalo que puedes darle a tu ahijado es el regalo de la fe. Acompáñalo de forma cercana y sincera para que la vida espiritual y la relación con Jesús sean siempre parte fundamental de su vida como nuevo cristiano.

 

“Queridos, padres, padrinos y madrinas, si quieren que sus hijos sean verdaderos cristianos, ayúdenles a crecer ‘inmersos’ en el Espíritu Santo, es decir, en el calor del amor de Dios, en la luz de su Palabra. Por ello, no olviden invocar a menudo al Espíritu Santo, todos los días” (Papa Francisco, 2015).

 

 

No eres un padre sustituto

A veces se piensa que cuando te piden ser madrina o padrino, lo que te están pidiendo es que en caso de que los padres fallezcan tu te hagas cargo del pequeño. Uno no busca padrinos para tener padres de repuesto; uno los busca para que acompañen a los padres y les animen, al igual como lo hacen con el ahijado.

 

Se hacen familia espiritual y el amor y la fe los une, no una responsabilidad legal para con los niños si es que quedan huérfanos. Obviamente el compromiso espiritual no quita que te preocupes por el bienestar físico y material de tu ahijado.

 

 

Compartes de lo mejor que tienes

Una madrina o padrino comparte su fe por lo tanto ha de tenerla, alimentarla y hacerla crecer. Es tu responsabilidad el estar preparado para responder a las dudas y para acompañar en los momentos oscuros a tu ahijado/a, no solo con apoyo económico y con los bonitos regalos, sino con la Palabra de Dios, con la esperanza cristiana y con mucho amor.

 

A los padres de los niños y a los padrinos, así como a los familiares, el Papa Francisco les pidió: “ayudar a estos niños a crecer bien si se les da la Palabra de Dios, el Evangelio de Jesús”. Pero también, “hay que darlo con el ejemplo”.

 

 

Permanece cerca

Esa es tu misión, acompañar, estar cerca. Es recomendado buscar dentro de la familia, pues es mucho más fácil asegurar un lazo firme con el ahijado. Entre los amigos también es buena idea, pero la intención es que sea alguien cercano, que no vea a su ahijado únicamente para las fiestas, sino que puedan compartir tiempo juntos, que conozca su proceso y su desarrollo como persona y como cristiano.

 

Es triste cuando uno le pregunta a alguien por sus padrinos de bautizo y ha dejado de verlos hace años. Es tanto que el Código de Derecho Canónico, en el nro 874 aconseja que el padrino de la confirmación sea el mismo que el del Bautismo. Así de cerca.

 

 

Practicas lo que predicas

Procura ser tu una madrina o un padrino comprometido/a con la celebración de la fe y con la vida de la Iglesia, de este modo podrás qacompañar a tu ahijado a misa, explicarle los sacramentos y poner en práctica aquello que los hace familia: la fe.

 

 

Dispuesto a asumir la responsabilidad de forma indefinida

El bautismo abre las puertas del cielo al bautizado, ya es parte de la Iglesia, es hijo de Dios y con vocación de Vida Eterna. Quien acepta ser madrina o padrino lo hace de forma indefinida, como una muestra de amor hacia su ahijado, pero también como un servicio a Dios, acompañando a este nuevo cristiano en su desarrollo y madurez.

 

Quien acepta este reto y ésta responsabilidad lo hace para siempre, pues la calidad de hijo de Dios es eterna, por lo tanto tu tarea de amor, compañía, cuidado y orientación no termina cuando tu ahijado se hace adulto, sino que continúa por toda la vida.

 

 

Fuente: Catholic Link

 

Oleada Joven