Matías es catequista en un colegio de la ciudad de Córdoba. Cada día tiene una aventura nueva con los chicos, un hallazgo o alguna anécdota. No es poca cosa: hay que estar atento y mirar más allá de lo aparente para descubrir las “semillas del reino esparcidas por todos lados”.
Una mañana pidió a sus alumnos de 4º año que presentaran de forma creativa (con una actuación, video, poema o lo que fuera) una posible respuesta contestando al interrogante ¿Quién es Dios para vos?. Éste fue el trabajo de una alumna:
¿Alguna vez sentiste que no tenías nada ni nadie? ¿Esa sensación de ser un cero? ¿De estar vacío? ¿Esa necesidad de que alguien levante la cabeza y te mire fijo a los ojos? ¿La misma necesidad de sentir que necesitás a gritos decir lo que sentís, pensás o la de un abrazo y porque no una sonrisa? ¿Esa misma de exigir un poco más de comprensión, atención? ¿Esa que también te hace dar impotencia por esas aproximadas 1000 personas que pasan por tu lado y se quedan conforme con la careta que te ponés cada mañana día a día para disfrazar otra vez más las lágrimas? Suele pasar, pasa, nos pasa. Vos, yo, el de tu derecha, y porque no el de tu izquierda. Se que las cosas no están bien, se que no tuviste un buen día, semana, mes o un buen año. Se que 9 de cada 10 recurriremos a métodos simples, cómodos, y que solo sirven como para olvidarnos un poco de la realidad tan cruda que compartimos. ¿Hace falta mencionarlo? Vos sabés bien que la droga es por un rato. El hecho de que te haga sentir bien un rato no te quita que cuando llegues a tu casa dejes de ver como tus papás discuten. Que ponerte ebrio te hace olvidar, pero no quita que cuando regreses a tu casa no extrañes la presencia de algún familiar o amigo. Que dejar de comer, meterte los dedos, cortarte y recurrir a otros métodos no van a hacer que te sientas mejor con tu cuerpo por lo que te gritan en los pasillos del colegio o a la salida susurran de vos. Decime: ¿qué importa ser diferente? ¿Al final del camino qué es lo que nos une?. ¿Algo en común tenemos no te parece? Cada uno es único y diferente. Y es que con esto, por mas difícil, duro, crudo, sin filtro que te lo diga, quiero hacerte ver que todos tenemos problemas. Capaz mayores, capaz menores, quiero hacerte ver que la vida no es una mierda. Que estás acá con un propósito y estoy segura de los sueños y metas que tenés para alcanzar, no te dejes caer y si caes, anímate a levantarte y seguir, porque mirate, miranos, no estas sólo… todos tenemos una carga, una cruz. Pero hay alguien que te ayuda a levantarte cada día y te da un empujoncito, hay alguien que te susurra que lo intentes una vez más y te pide que no te rindas. Hay alguien que con pequeños gestos hace que lo encuentres, lo veas, lo notes y sientas que NO estas sólo en esta. Ese alguien es Dios, nada menos que Él. Anímate a mirarte al espejo y valorar cada parte de vos. Anímate a pedir ayuda, Anímate a volver a amar, Anímate a demostrar quien sos. Anímate a abrir los ojos y darte cuenta que te estás matando lentamente y que tenes otras salidas. Anímate a darle la mano a Dios.
¿Alguna vez sentiste que no tenías nada ni nadie? ¿Esa sensación de ser un cero? ¿De estar vacío? ¿Esa necesidad de que alguien levante la cabeza y te mire fijo a los ojos? ¿La misma necesidad de sentir que necesitás a gritos decir lo que sentís, pensás o la de un abrazo y porque no una sonrisa? ¿Esa misma de exigir un poco más de comprensión, atención? ¿Esa que también te hace dar impotencia por esas aproximadas 1000 personas que pasan por tu lado y se quedan conforme con la careta que te ponés cada mañana día a día para disfrazar otra vez más las lágrimas? Suele pasar, pasa, nos pasa. Vos, yo, el de tu derecha, y porque no el de tu izquierda.
Se que las cosas no están bien, se que no tuviste un buen día, semana, mes o un buen año. Se que 9 de cada 10 recurriremos a métodos simples, cómodos, y que solo sirven como para olvidarnos un poco de la realidad tan cruda que compartimos. ¿Hace falta mencionarlo? Vos sabés bien que la droga es por un rato. El hecho de que te haga sentir bien un rato no te quita que cuando llegues a tu casa dejes de ver como tus papás discuten. Que ponerte ebrio te hace olvidar, pero no quita que cuando regreses a tu casa no extrañes la presencia de algún familiar o amigo.
Que dejar de comer, meterte los dedos, cortarte y recurrir a otros métodos no van a hacer que te sientas mejor con tu cuerpo por lo que te gritan en los pasillos del colegio o a la salida susurran de vos. Decime: ¿qué importa ser diferente? ¿Al final del camino qué es lo que nos une?. ¿Algo en común tenemos no te parece? Cada uno es único y diferente.
Y es que con esto, por mas difícil, duro, crudo, sin filtro que te lo diga, quiero hacerte ver que todos tenemos problemas. Capaz mayores, capaz menores, quiero hacerte ver que la vida no es una mierda. Que estás acá con un propósito y estoy segura de los sueños y metas que tenés para alcanzar, no te dejes caer y si caes, anímate a levantarte y seguir, porque mirate, miranos, no estas sólo… todos tenemos una carga, una cruz. Pero hay alguien que te ayuda a levantarte cada día y te da un empujoncito, hay alguien que te susurra que lo intentes una vez más y te pide que no te rindas. Hay alguien que con pequeños gestos hace que lo encuentres, lo veas, lo notes y sientas que NO estas sólo en esta.
Ese alguien es Dios, nada menos que Él.
Anímate a mirarte al espejo y valorar cada parte de vos. Anímate a pedir ayuda, Anímate a volver a amar, Anímate a demostrar quien sos. Anímate a abrir los ojos y darte cuenta que te estás matando lentamente y que tenes otras salidas. Anímate a darle la mano a Dios.