A seguir andando

lunes, 9 de diciembre de

Hay que seguir andando, nomás, decía el beato mártir Enrique Angelelli.

Seguir andando, aunque las energías vengan en baja…

Seguir andando aunque el corazón esté frágil y dolido…

Seguir andando, aún rengueando, apoyándose en los cercanos…

Seguir andando aunque las horas de sueño comiencen a escasear y no rindan como hace unos meses…

 

Seguir andando, aunque renguemos, aunque duela, aunque baje el ritmo…

Seguir andando, porque lo mejor está llegando…

Seguir andando porque el otro nos espera, porque en los encuentros se nos renueva el corazón…

Seguir andando porque, donde nos sabemos débiles, viene el Niño a fortalecernos…

Seguir andando, porque en pobreza, cansancio y oscuridad, se teje la historia de Salvación.

Seguir andando porque en el frío de la noche, una lucecita sigue brillando anunciando buenas noticias.

Seguir andando porque Dios hoy está viniendo a confortarnos, a dar consuelo y curar heridas.