Acuérdate de mi, Señor Cuando esté cerca pero mucho más cuando me aleje Cuando te hable todo el tiempo, y cuando haga silencio
Cuando me abandone a tus manos, y cuando no entienda nada
En cada uno de mis sueños, y en todos mis miedos
En las decisiones que tomo junto a vos, y en las que me mando sola
En los pasos que me animo a dar, y tantos otros que nunca fueron
Acuérdate de mi, Señor
En cada buena acción que haga, y también en aquellas en las que no te muestro a los demás
En las veces que comprendo, y en tantas otras que juzgo severamente En las situaciones que abrazo, y en las que esquivo Acuérdate de mi, Señor
a cada instante y susurrame al oído que estas conmigo
Porque yo, en medio de mis contradicciones y algunos intentos fallidos, en medio de la rutina y el andar a mil, me quiero acordar y acercar cada día un poco más a vos
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