Agradezco haber tenido el impulso necesario en el momento oportuno. Agradezco haberme encontrado con las palabras justas, de parte de personas únicas. Agradezco los enojos, las verdades dolorosas, las correcciones difíciles, los enfrentamientos bruscos. Agradezco haber sentido el consuelo de un abrazo, de un mensaje inesperado. La caricia de un consejo, de una mirada compañera. Agradezco cada mate, cada cerveza, cada café, cada llamada. Agradezco las oraciones de los que por mí, en silencio, sin pedirlo, han rezado. Agradezco las experiencias que me han enseñado a valorar lo poco, lo olvidado, lo excluido. Agradezco ver las incertidumbres del ayer con alegría. Las búsquedas pasadas con esperanza. Las caídas hirientes con valentía. Los grises oscuros con claridad y colores.