Amor encarnado

viernes, 2 de septiembre de
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Los ojos de Dios saben mirar a otros
son ojos que saben posarse
y amar mirando

Las manos de Dios saben gastarse,
son generosas para darse,
delicadas en el trato,
tiernas en el contacto

El corazón de Dios es casa y pan,
es punto de Encuentro,
fuente de Vida, fiesta de la acogida,
inagotable vertiente de Bien

Allí nos encontramos tantos hijos tuyos,
hermanados en el Misterio de tu amor.
El corazón descansa en la certeza
de tenerte cerca,
de llevarte dentro,
de verte fuera.

El corazón, Jesús, solo descansa en tu Amor.