Aquí estoy Señor,
entre el frío y el mate,
creyéndome solo,
y vos estás conmigo.
Escuchas lo que tengo para decirte,
mis preocupaciones, como llora y como se alegra mi corazón.
Aquí estoy mi buen Jesús,
queriendo sentir el calor de tu amor en el rostro de mis hermanos.
Aquí están mis hojitas secas de otoño,
esperando la primavera.
Aquí te entrego Jesús todo lo que soy,
esperanzado en tu abrazo,
que sane mis heridas,
que reconstruya los pedazos de esta vasija de barro.
Cae la tarde y solo puedo pensar,
que bien que me hace que vengas al pasto a sentarte conmigo,
¡Que bien se esta Aquí en tu compañía!
Quédate porque es tarde y el día se acaba,
quédate Jesús para que mi corazón arda al partir el pan,
quédate junto a mi Jesús…
Julián Nuñez