Atisbo la posibilidad de que detrás de este paso haya también Vida entregada en libertad.
Vida compartida en sus matices, en su espesura, en su pequeñez y en su hermosura, en su más honda fragilidad y en la fortaleza de quién lucha.
Atisbo, Señor, que si me animo Y confío, sembrarás Vida también allí también aquí.
Buscarte y Encontrarte Aquí y allí.
Eres tú quien sale al Encuentro
y Tú quien se deja encontrar.
“La inmediatez puede ser una promesa envenenada. Te acostumbras a tenerlo todo al momento. Y pierdes la costumbre de…