Zarandéame, Jesús,
cuando ande ciega de mí,
de ojos cerrados a tu dolor
Zarandéame, Señor,
no me dejes vivir indiferente
a tu necesidad
Muéveme a crecer
en humanidad,
a acoger mi limitación,
a confiar en tu redención
que sobrepasa mis límites
y plenifica mi debilidad.
Zarandéame las veces
que sean necesarias
con tal de verte,
con tal de amarte,
con tal de responder
a tanto bien recibido.
Hazme vivir, Señor,
con las manos abiertas
con el corazón ensanchado
con la mirada cristalina
con la palabra honda
con los pies descalzos
Zarandéame
mas hazme Vivir.
Fuente de la imagen: corxalexart