¿A cuántos alejé de Ti por no vivir mi fe consecuentemente?
¿A cuántos Cristos crucifiqué con mi indiferencia?
¿Cuántas hogueras encendí?
¿Cuántos fuegos de enojo e ira ayudé a mantener?
¿Cuántas veces me buscaste y no contesté?
Sujeta a mis planes, enfocada en encontrarte dentro, llamaste a la puerta y no contesté.
¿Cuántas veces esperabas ser mirado y yo no te miré?
¿Cuántas veces, siendo esclava, te negué?
¿Cuántas veces por cobardía callé?
¿Cuántas veces por pereza no me involucré en el cuidado de la tierra y de mis hermanos?
¿Cuántas veces, Cristo, sabiéndote herido te apedreé?