Señor, tú ven, enciende en mí la esperanza con la certeza de saber que vendrás, que siempre estás viniendo, solo que a veces no te sé ver.
Dame la gracia de confiar que vos marcás el rumbo e indicás el modo si me detengo a escuchar.
Señor, dame ver con tus ojos cuando ando ciega de esperanza, cuando anda nublada y no sé por qué, cuando voy a tu encuentro en la oración y solo hay sequía, cuando tengo miedo por lo que vendrá, cuando no sé confiar, cuando no sé esperar.
Dame, Señor, el mirar y verte cuando estoy a punto de abandonar. Dame la gracia de encontrarTe allí donde no me lo espero, allí donde me avergüenzo, allí donde me escondo. Dame la gracia de saberme necesitada de otros.
Dame la gracia de saberme siempre en camino a Tu encuentro.
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