Quizás, en vez de pensar que la vida es un camino en el que habitualmente acertamos y, de vez en cuando, cometemos errores, podríamos considerar que es más bien al contrario… que la vida consiste en avanzar por ese camino cometiendo muchos errores, equivocándonos la mayoría de las veces y acertando más bien en unas pocas ocasiones. No es una actitud pesimista, ni mucho menos de derrota, sino de humildad y realismo; en vez de exigirnos tanto, de soportar tanta presión, tanto dolor, tanto cansancio, asumirnos como simples seres humanos que hacemos las cosas lo mejor que sabemos y podemos, equivocándonos una y otra vez, pero queriendo crecer, mejorar… nos permitiría sentirnos más en paz con nosotros mismos y con los demás, de querernos más y sufrir menos, de amar más y de no culpar/nos tanto. Quizás, “de eso se trata la vida, de equivocarse, y de perder el miedo y no querer safarse, de eso se trata la vida misma, de mil veces errar y luego perdonarse…”, sobre todo eso, de perdonarse.
Esta hermosa canción, que ha inspirado esta reflexión, expresa de una manera intensa y sentida esa idea; no te sientas hundida/o por tus errores pasados y presentes, no eres sólo tú, a todas/os nos pasa lo mismo, nos equivocamos muchísimas veces para aprender un poco… así que llora tu pena, perdónate, aprende lo que puedas y sigue caminando, siempre hay, como mínimo, una mano amiga que te ayude.
Para acompañar el momento de reflexión y continuar con la oración, aquí les dejo el link de la canción: