Domingo 12 de Junio de 2022 – Evangelio según San Juan 16,12-15

lunes, 6 de junio de
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En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: ‘Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes’.”

 

Palabra de Dios

Padre Marcelo Amaro | sacerdote jesuita

 

 

 

 

Hoy celebramos la fiesta de la Santísima Trinidad, la fiesta de Dios que es comunidad. Así es, la fe en Jesucristo nos ha hecho reconocer que Dios es Padre Creador, Hijo Redentor y Espíritu Santo vivificador. Dios es uno porque Dios es amor.

Todos nosotros tenemos la experiencia de que es el amor lo que une. De hecho la vida nos ha enseñado que solo el amor une verdaderamente: ni por tener una misma sangre, ni pertenecer a una misma nación, ni por compartir una ideología o religión, estaremos unidos; si no hay amor nada une, por más fuerte que sea. Pero si hay amor, aún en las diferencias, hay unidad.

Pues en esa unidad que contemplamos en Dios Trinidad, no solo se nos revela que Dios es amor y que nos lo ha manifestado plenamente en Jesucristo, sino que nos involucra en el amor llamándonos a unirnos a Él, amándonos los unos a los otros. Hemos sido convocados a trabajar por construir la unidad en esta comunidad humana, en medio de tantos dolores y conflictos.

Para esta misión no estamos solos, el Espíritu de Dios es quien desde dentro de la comunidad y desde cada uno de nosotros nos guiará hasta la verdad plena, nos comunicará lo que está por venir y nos anunciará todo lo que nos ha comunicado Jesús. Es hermoso que podamos, a través del Evangelio contemplar esa unidad de Dios, unidad infinita en el amor, la confianza y la misión. El Espíritu glorifica a Jesús y todo lo recibe de Él, y por otra parte se nos dice que todo lo que tiene el Padre es de Jesús. En este tiempo de la Iglesia, necesitamos de la obra del Espíritu que nos impulse por dentro, que nos anime a buscar la reconciliación, la paz y la justicia, solo posibles por medio del amor.

Al volver Jesús al Padre envía al Espíritu Santo, para que recuerde a todos sus amigos lo que les ha enseñado y para hacerlos testigos valientes y alegres de la salvación que por medio de Él hemos recibido. Dios Trinidad nos impulsa a la misión para que demos a conocer la buena noticia del Evangelio, y para que creyendo en Él demos el testimonio de unidad que el Señor nos llama a vivir.

Que en esta fiesta de la Santísima Trinidad, el Espíritu encienda en nuestros corazones ese impulso misionero que nos haga poner el Evangelio más en obras que en palabras, para que por medio del testimonio de la comunidad de la Iglesia, sencilla y humilde, podamos anunciarle al mundo que el amor que construye la fraternidad del Reino es el único camino posible hacia la plenitud del ser humano. Que Dios nos bendiga y fortalezca.